Hay que tener style para ser Homeless.
Debido a la reciente situación que hemos pasado sin agua, electricidad y calefacción nos hemos visto obligados a hacer cosas impensables. Queremos dejar constancia de lo siguiente:
- Hay que ahorrar agua. Un litro de agua se puede estirar hasta el punto de ejecutar varias tareas: la ducha del polaco, fregar y lavar dientes (bueno, lavar dientes puedes llegar a hacerlo sin agua).
- El calor humano es más que suficiente calefacción. De vez en cuando nos montamos el cine de la Duranga que consiste en convertir la mesa del salón en cama, acolchar con varios cojines y, lo más importante, El nórdico (cuanto más plumaje mejor). Además cuando hay dos personas bajo él, se triplica su efecto invernadero. Mientras hay 0 grados en la estancia, todo lo que queda dentro del nórdico se mantiene a 22 grados y lo que queda fuera fabrica estalactitas. La nariz no tiene remedio y la das por perdida, pero las manos y pies han de mantenerse debajo, así que te conviertes en una especie de bloque desmembrado inútil que sólo puede ver pelis. Importante dejar el volumen y las operaciones a punto antes de meterte al nórdico para no tener que levantarse. También cuanta menos agua bebas, más ahorras y menos tendrás que salir de la guarida para hacer pis.
- Ducharse a diario es de ricos. Se han juntado dos factores: escasez de agua y frío. Gracias a esto estamos batiendo récord semana a semana, de momento está en 7 días. Importante no jugársela al otro duchándose a destiempo porque la suciedad compartida pasa desapercibida.
- Leer de noche es un lujo al alcance de unos pocos (a las 16h ya es de noche). A veces, tras haber aparcado, nos ha tocado mover la Duranga para aprovechar el reflejo de una farola.
- El aceite que queda en la sartén le da sabor a la siguiente comida. No hace falta ninguna aclaración, es una verdad como un templo. Así que a prescindir del pescado, que además es caro.
- Llévate la bebida de casa cuando salgas por ahí. Cada vez que salimos nos empleamos a fondo para innovar en el arte de colar bebida en los bares y rellenar el vaso.
- Come en el parking de tu restaurante favorito. Tras aparcar, una vez oteado el menú y corroborado que los precios no son para tí, buscas la receta en internet y le preparas a tu manera. ¡Ah, que no tienes internet! Usurpas la Wi-Fi del restaurante y solucionado. Si no logras una buena señal siempre puedes ir movilizando el coche.
- Deja que San Diógenes se apodere de tu alma. Deja volar tu imaginación y sácale el mayor rendimiento a los cartones de comida, las bolsas de supermiercado, las paezas rotas, los palés de madera…
- La cinta aislante será tu mejor amiga junto al esparadrapo. ¡Ah, y que no falten las bridas!