El Mar Negro de Turquia abarca toda la costa norte hasta Georgia. Se trata de una región montañosa y húmeda, similar al mar Cantábrico de España. De hecho, nos llovió absolutamente todos los días y, por supuesto, no busquéis playas de arena fina porque es todo piedras y puertos. En invierno la temperatura es moderada durante el día, aunque puede llegar a nevar en algunas zonas.
Monasterio de Sümela
A pocos kilómetros de Trabzon, cerca de Macka, se encuentra este monasterio ortodoxo excavado en medio de un desfiladero en una montaña. Cuenta la leyenda que en el siglo III d.C. dos monjes griegos cristianos paseaban por las montañas y se les apareció justamente la virgen María en la montaña, así que decidieron que ese era el mejor lugar para construir un monasterio. Está claro que les gustaban los retos y, aunque en aquella época no había grúas ni medios, no sabemos cómo consiguieron construir el Monasterio de Sümela.
El resultado es precioso y espectacular. Detrás del castillo se encuentra un pequeño poblado con casas de piedra. Durante el Imperio Otomano, gracias a la perfecta ubicación del monasterio se les permitió vivir a los griegos cristianos aislados de los otomanos hasta la guerra de la Independencia de 1923. En este periodo, Se proclamó la República de Turquía con Atatürk y fueron expulsados a Grecia aquellos que habitaban en el monasterio.
Dependiendo de la época del año puedes entrar al castillo o no, ya que la restauración de la carretera de acceso es frecuente. A nosotros en abril no nos dejaron más que subir a la zona de vistas panorámicas. La carretera que va hacia el monasterio tiene un primer tramo al que sólo puedes acceder pagando. Los coches pagan 12 TL (2€), pero las autocaravanas 60 TL (10€). ¿Qué hicimos? Aparcar antes de la verja e ir andando.
Sin duda fue una gran elección porque sólo podías llegar con el coche hasta menos de la mitad del trayecto, y el resto andando. La caminata hasta el castillo fueron 5 km con gran desnivel y fue una pena que no nos dejaran entrar dentro para poder ver el pequeño pueblo que hay en el interior.
Nos recuerdo mucho a otro castillo excavado en la roca: Castillo de Predjama en Eslovenia.
Lago de Uzüngol
A pocos Km de Trabzon, a 1.100 metros de altura, se encuentra el lago de Uzüngol. Es un lugar de verano para los ricachones y los árabes que disfrutan del lujo en el Mar Negro de Turquia. De hecho, desde hace años se quejan los lugareños de la invasión árabe con restaurantes caros impracticables, el destrozo que han hecho a la vegetación y la basura que arrojan. El lago se puede recorrer en una caminata de 2Km sin problemas, y de noche es especialmente bonito por la iluminación. Si no vas en verano, la bruma y la lluvia invade el lugar.
Kemencesi
Es característico este instrumento turco parecido a un violín. A diferencia de éste, se posiciona en vertical con punto de apoyo en la pierna, en vez de en el hombro. A continuación, os dejamos un enlace a un vídeo con música tradicional tocada con este intrumento, además el baile no tiene desperdicio.
Rize: Pueblo costero del Mar Negro
Rize es una ciudad con poco atractivo en la que poco se puede hacer. Nosotros no le dedicamos más que una tarde como lugar de paso. El caso antiguo es interesante y está lleno de bazares con multitud de productos. Puesto que esta zona es muy famosa por el té y la miel, podrás encontrar ambos productos recién traídos de las granjas a muy buen precio.
Cuenta con un castillo en lo alto desde el que se puede ver toda la ciudad. Además, hay un restaurante con terraza a precios muy asequibles para descansar de la subida.
Çeçeva: té del Mar Negro de Turquia
Nos desviamos de la carretera principal que recorre la costa del Mar Negro de Turquia unos 15 Km para dirigirnos a Çeçeva. Sin lugar a duda es la zona más bonita en la que estuvimos, ya que es una zona montañosa cuyas laderas está totalmente cubiertas por las plantaciones de té.
Tras una caminata de 45 minutos y 800 escalones llegamos a la cima donde se encuentra la plantación más accesible y con las mejores vistas. Es una zona que nos recuerda mucho a Cameron Highlands en Malasia y a Ella en Sri Lanka. Es curioso ver cómo se parecen lugares tan distantes de nuestro planeta.
Por último, disfrutamos de la hospitalidad de los turcos una vez más. Nos invitaron a un té y nos regalaron algunas verduras de sus huertos, todo orgánico.
Hopa: el último punto del Mar Negro de Turquia
Esta ciudad se encuentra a unos 15 Km de la frontera con Georgia (Sarpi). Los días previos ya nos habían advertido de que es una zona con muchos clubs nocturnos llenos de prostitutas. ¡Y bien advertido!
Aquí la cosa ya se va poniendo bastante rusa, la gente es un poco más ruda y fría. Pero como íbamos con Gürhan, a quien acogimos en Trabzon,tuvimos la suerte de quedar con otro adicto al Couchsurfing amigo suyo: Murat.
Ya que contábamos con dos turcos entre nuestras filas decidimos aprovechar para cocinarles una tortilla de patata. ¡Cómo no! Esta vez la cocinamos poco hecha y salió estupenda. Como ya sabéis tenemos un proyecto en PATREON para difundir nuestra gastronomía española.
Ellos quedaron encantados y como venganza Murat decidió invitarnos a cenar Kebab y Raki.
Restaurante “Epa ge Etci Kamil”
Al llegar al lugar nos advirtió de que era un restaurante de barrio poco elegante (¡JUSTO LO QUE NOS GUSTA!). Resultó ser uno de esos sitios en los que te llenan la mesa de raciones, quieras o no, y te tiran el pan por la mesa para rellenar todos los huecos. ¡Sobre todo que no se vea el mantel!
En Turquía es tradición que nunca falte comida en la mesa, no tienen ningún reparo en tirar todo lo que sobre. Esto a nosotros nos acaba pasando factura porque no lo podemos soportar y comemos hasta reventar.
Nightlife en Hopa
Finalmente, tras acabarnos la botella de Raki llegó el momento de la fiesta. Volvimos a escuchar eso de “seguramente habrá muchas prostitutas en el club…” Y así fue, llegamos casi todas las mesas estaban ocupadas por una o dos chicas esperando a que les invitaran a algo. Y mientras tanto nosotros a lo nuestro, a bailar solos en la pista de baile.
Sin lugar a duda, el momento más bizarro de la noche llegó cuando la gente se animó a salir a la pista de baile siguiendo nuestros pasos. A diferencia de otros garitos, aquí se baila frente al espejo como si fuera un gimnasio. Creemos que ala gente le da vergüenza mirar a los demás a la cara o simplemente se dan morbo a sí mismos. El caso es que ahí estábamos, contemplando la flora y fauna del puticlub bailando sensualmente con sus reflejos.
Por último, al día siguiente nos despedimos de Gürhan y nos fuimos rumbo a la frontera de Georgia. Pensábamos que iba a ser algo fácil, pero estuvimos a punto de dar por finalizado el viaje…Si quieres conocer las 20 curiosidades de Georgia, pincha AQUÍ.
